jueves, diciembre 01, 2005

Y llegó el momento

Pensé que no llegaría... lo veía lejano, pero no... aquí está, a solo un par de horas... 15 horas y un par de minutos y alrededor de 18 horas antes que termine la peor de las pesadillas académicas que he tenido.

No quiero ni pensar en los dolores de cabeza q me ha traído, ni tampoco en la alegría q será pasar de una buena vez el ramo. Estoy tranquilo por lo que sé, pero nevioso por lo que pueda venir. Confío en mi, pero más confío en el destino, que tengo seguridad en que me tiene, al fin, preparado el éxito.

Quiero que pronto llegue el tiempo de sentarme y disfrutar junto a ti y que estemos los 2 tranquilos, sin stress... son 2 semanas... 2 míseras semanas.

Y bueno... volvió el buho... pero creo q pronto será reemplazado (con el alto auspicio del Felo, aka, el Cerdo )

Saludos a todos... hagan lo que sea necesario pa que pase esa wea... de una vez por todas... miren que ya no soporto el olor a cadaver que me está saliendo.

Canción de hoy?... hmmm... no sé... creo que si todo sale bien, volveré por la buena senda... por eso, la canción de hoy es Volver.

Yo adivino el parpadeo
de las luces que a lo lejos,
van marcando mi retorno.
Son las mismas que alumbraron,
con sus pálidos reflejos,
hondas horas de dolor.

Y aunque no quise el regreso,
siempre se vuelve al primer amor.

La vieja calle donde el eco dijo:
tuya es su vida,
tuyo es su querer,
bajo el burlón
mirar de las estrellas
que con indiferencia
hoy me ven volver.

Volver,
con la frente marchita,
las nieves del tiempo
platearon mi sien.
Sentir,
que es un soplo la vida,
que veinte años no es nada,
que es febril la mirada
errante en las sombras
te busca y te nombra.
Vivir,
con el alma aferrada
a un dulce recuerdo,
que lloro otra vez.

Tengo miedo del encuentro
con el pasado que vuelve
a enfrentarse con mi vida.
Tengo miedo de las noches
que, pobladas de recuerdos,
encadenan mi soñar.

Pero el viajero que huye,
tarde o temprano
detiene su andar
y aunque el olvido
que todo destruye,
haya matado
mi vieja ilusión,
guardo escondida
una esperanza humilde,
que es toda la fortuna
de mi corazón.

Volver,
con la frente marchita,
las nieves del tiempo
platearon mi sien.
Sentir,
que es un soplo la vida,
que veinte años no es nada,
que es febril la mirada
errante en las sombras
te busca y te nombra.
Vivir,
con el alma aferrada
a un dulce recuerdo,
que lloro otra vez.

2 comentarios:

Injeniero Barsa dijo...

Mucha Suerte. Los caídos te alientan. La derrota no es una opción.

MelyPaz dijo...

¡Ojalá que te haya ido bien, muchacho!
Bonito vestuario de blog, felicitaciones al Cerdo, jojo.
Saludos!!