Al fin lo entendí

Amor. Sí, amor, pero... qué hace la diferencia entre el amor de un pololeo simple y mundano y el de una pareja que quiere estar por siempre junta?... qué hace que una persona pase de las palabras "quiero estar contigo para siempre" a la acción de dedicar la vida a la otra persona?

Y la solución es bastante simple (por lo menos así la encuentro yo). Tal como dijo Einstein, la más simple de las soluciones es la correcta. Si estás enamorado(a) de alguien y en algún momento dices: "agradezco a la vida que me ame como me ama" estás en el momento justo en el que te das cuenta que todo lo que pueda hacer cualquier otra persona no se comparará jamás con lo que hace esa persona especial por ti. Estás en el momento preciso en que te das vueltas y no ves nada más que elementos que te recuerdan a esa persona y quieres correr a ella.

Una noche abrazados, soñando el mismo sueño. Ese que dice que no se separarán jamás. Esa es la esencia del entregar la vida a otro alguien. El despertar por las mañanas y ver la misma imagen que la noche anterior al dormirse es invaluable... o tal vez sí se puede medir y valorizar: vale una vida (o incluso varias).

Y me dije: "No quiero más. Ella me lo da todo. Es posible que ninguno de los 2 sea perfecto, pero la unión de ambos en sinergia hace la unión perfecta". Me levanté de mi asiento y subí al carro del metro que me llevaría a nuestro hogar, en el que, al llegar, me esperabas tú con un beso.

Probando

Estoy probando.

Y si empezamos desde cero... de nuevo?

Desaparecido?... yo?... no creo. 

De hecho, no.

Es más, creo que he aparecido una vez más, pero para quedarme.

Tal vez he estado un poco alejado de varios, pero todo tiene una razón y, en este caso, es la mejor de todas. Es posible que se me vea como un tipo que va y viene o que por lo menos ha ido y venido muchas veces. Extensos tiempos en que estuve tan metido en lo oscuro, que ni siquiera sombra proyectaba... yo era la sombra. Tiempos en que un espejo me hacía retroceder al pasado y que luego me traicionaría.

Pero no más. Al fin he encontrado un sentido y una dirección a la cual ir. Un norte con la suficiente claridad para no dejarlo ir, ni mucho menos, deshacerme de él... o debería decir "de ella"? Porque encontré ese norte y esa razón para alejarme un momento, casi queriendo decir "vamos a comerciales y ya volvemos", para volver completo, en total armonía conmigo mismo y con el resto, con las lágrimas ya idas y evaporadas. Se les agradece a todos la paciencia que me han tenido de esta pseudo lejanía.

Y encontré ese norte en algo que ya daba por perdido: el amor. Sí, y a pesar de haberme prometido no entregarme más como lo hice en tiempos pasados (con las subsecuentes malas experiencias en algunos casos, grandes recuerdos en otros, pero siempre con el dejo de soledad al acostarme solo al terminar el día), lo hice una vez más y de manera fulminante, atolondrada o quizás a destiempo dirán muchos, pero internamente, siento que no sólo es lo mejor que podría haber hecho en la vida, si no que además es LO que debía hacer aquí y ahora. Y se agradece mucho el que hayas aparecido. Y más aún que te hayas quedado.

Lo escrito en el pasado quedará como el testimonio de un camino que me formó, pero que hoy ya no es más parte de mi. Ha quedado atrás y he logrado desligarme de él, pero no de lo que me enseñó, si no de la estela negra que dejaba a mi lado y en mi. Si alguien desea leerlo, sepa desde ya que todo lo escrito ahí, ya fue y ha sido enterrado definitivamente, por lo que no debería sorprenderse o asustarse por lo expresado.

Y a ti amor... una vez más siento la desesperación de no poder expresar en palabras lo que me pasa. Tenemos serios problemas al respecto, pero afortunadamente, podemos hacerle sentir al otro cada parte de lo que sentimos. Y que pretendemos hacerlo por siempre. Gracias por hacer de mi vida, una vida que quiera vivir y por mostrarme que puedo empezar desde cero... de nuevo.