miércoles, octubre 22, 2008

Al fin lo entendí

Amor. Sí, amor, pero... qué hace la diferencia entre el amor de un pololeo simple y mundano y el de una pareja que quiere estar por siempre junta?... qué hace que una persona pase de las palabras "quiero estar contigo para siempre" a la acción de dedicar la vida a la otra persona?

Y la solución es bastante simple (por lo menos así la encuentro yo). Tal como dijo Einstein, la más simple de las soluciones es la correcta. Si estás enamorado(a) de alguien y en algún momento dices: "agradezco a la vida que me ame como me ama" estás en el momento justo en el que te das cuenta que todo lo que pueda hacer cualquier otra persona no se comparará jamás con lo que hace esa persona especial por ti. Estás en el momento preciso en que te das vueltas y no ves nada más que elementos que te recuerdan a esa persona y quieres correr a ella.

Una noche abrazados, soñando el mismo sueño. Ese que dice que no se separarán jamás. Esa es la esencia del entregar la vida a otro alguien. El despertar por las mañanas y ver la misma imagen que la noche anterior al dormirse es invaluable... o tal vez sí se puede medir y valorizar: vale una vida (o incluso varias).

Y me dije: "No quiero más. Ella me lo da todo. Es posible que ninguno de los 2 sea perfecto, pero la unión de ambos en sinergia hace la unión perfecta". Me levanté de mi asiento y subí al carro del metro que me llevaría a nuestro hogar, en el que, al llegar, me esperabas tú con un beso.

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